8 razones por las que Castle y Beckett dejarán un vacío en nuestros corazones.
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1. Fuimos cómplices de su coqueteo en horarios de oficina. Miradas sutiles, abrazos prolongados, roces, besos al aire…. ¡Todo eso lo vimos y guardamos en secreto por un tiempo!
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2. Nos encantaba ser testigos de la tensión sexual que emanaba entre ellos y que disfrazaban con peleas que se resolvían con un beso o en la cama.
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3. Los acompañamos durante toda su relación: el flechazo, el primer beso bajo la lluvia, los conflictos, las confesiones (¿Cómo olvidar cuando Kate le reveló el asesinato de su madre?), su boda y hasta ver sus vidas en peligro. ¡Ahí estuvimos!
4/8
4. ¿Quién mejor que un escritor para encontrar las palabras exactas para enamorar a su amada y quién mejor que una detective para condimentar sus momentos con una buena dosis de adrenalina e intensidad? Esa mezcla definitivamente sacaba chispas.
5/8
5. Juntos, el mundo era suyo. Eran la dupla perfecta para resolver cualquier caso, con el análisis y atención en los detalles de Castle y la astucia y tenacidad de Beckett no había criminal que se saliera con la suya. Incluso el asesino de la madre de Beckett.
6/8
6. Si de abrir su corazón se trataba, elegían el momento menos (¿o más?) indicado para hacerlo. Solo basta recordar cuando Castle le dice el primer “Te amo” a Beckett cuando ella está herida o después de enfrentar de cerca la muerte, la detective le confiesa a su amado escritor que lo quiere siempre a su lado
7/8
7. Teníamos romance, romance y más romance. A pesar de lidiar con asesinatos, desapariciones y el lado obscuro de la humanidad, esta pareja tenía un lado muy sensible. ¿Sacaste un pañuelo para llorar cuando se dijeron sus votos de matrimonio? Te entendemos.
8/8
8. Porque ¡Caskett! Así como el cine tuvo a TomKat o Brangelina, la TV tuvo por ocho temporadas a su pareja perfecta.
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1. Fuimos cómplices de su coqueteo en horarios de oficina. Miradas sutiles, abrazos prolongados, roces, besos al aire…. ¡Todo eso lo vimos y guardamos en secreto por un tiempo!
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2. Nos encantaba ser testigos de la tensión sexual que emanaba entre ellos y que disfrazaban con peleas que se resolvían con un beso o en la cama.
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3. Los acompañamos durante toda su relación: el flechazo, el primer beso bajo la lluvia, los conflictos, las confesiones (¿Cómo olvidar cuando Kate le reveló el asesinato de su madre?), su boda y hasta ver sus vidas en peligro. ¡Ahí estuvimos!
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4. ¿Quién mejor que un escritor para encontrar las palabras exactas para enamorar a su amada y quién mejor que una detective para condimentar sus momentos con una buena dosis de adrenalina e intensidad? Esa mezcla definitivamente sacaba chispas.
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5. Juntos, el mundo era suyo. Eran la dupla perfecta para resolver cualquier caso, con el análisis y atención en los detalles de Castle y la astucia y tenacidad de Beckett no había criminal que se saliera con la suya. Incluso el asesino de la madre de Beckett.
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6. Si de abrir su corazón se trataba, elegían el momento menos (¿o más?) indicado para hacerlo. Solo basta recordar cuando Castle le dice el primer “Te amo” a Beckett cuando ella está herida o después de enfrentar de cerca la muerte, la detective le confiesa a su amado escritor que lo quiere siempre a su lado
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7. Teníamos romance, romance y más romance. A pesar de lidiar con asesinatos, desapariciones y el lado obscuro de la humanidad, esta pareja tenía un lado muy sensible. ¿Sacaste un pañuelo para llorar cuando se dijeron sus votos de matrimonio? Te entendemos.
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