CSI: Miami

Ryan Wolfe acudió a una escena del crimen en su día libre, ya que Eric Delko no fue al trabajo. Al asistir a la casa del sospechoso, el agente recibió un disparo en el ojo con una pistola de clavos.

Eric se vio atrapado durante el robo de un banco; al investigar, el equipo se da cuenta de que es una misión en vida real de un videojuego llamado "Urban Hellraisers". Para atrapar a los criminales, Ryan tuvo que jugar para averiguar los próximos pasos.

El equipo descubre que una víctima de un doble asesinato estaba ligada con juegos de azar y falsificación de billetes. Calleigh descubre que Ryan es un apostador compulsivo, ya que usó un billete falso.

Ryan Wolfe conocía al sospechoso de incendiar una casa y de que muriera un hombre dentro. Horatio Caine descubre que el hombre es un corredor de apuestas al que su agente le debe mucho dinero, por eso decide despedirlo.

Ryan nota una actitud sospechosa de la forense Tara Price, al darse cuenta de que la mujer recogió apresuradamente un bote de pastillas. Wolfe se percata de que la doctora tiene una adicción y le pide que deje de consumir esas sustancias.

Aunque tuvo sus altas y bajas, Ryan Wolfe demostró que al final daría todo por sus sus compañeros de “CSI: Miami”, sin dudas, terminó siendo uno de los personajes con mejor desarrollo de toda la serie.