El director del NCIS es un hombre ocupado y con muchas preocupaciones, pero siempre se ha estado caracterizado por dedicarse a su familia y después de la muerte de su esposa, tuvo que criar a sus hijos solo. Vance es un padre ejemplar, siempre dispuesto a apoyar y proteger a sus hijos. A pesar de su agenda ocupada, encuentra tiempo para estar presente en sus actividades de sus hijos y transmitirles valores fundamentales. Su firmeza, lealtad y sabiduría se extienden más allá de las oficinas del NCIS, haciendo de él un modelo a seguir tanto en el trabajo como en la crianza.