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Reunión especial

Bright Minds llegó a su final de temporada y el dúo brillante tuvo que resolver un caso que se conectaba con el primer caso de Astrid y Raphaëlle; sin embargo, para ayudar a una persona ambas mujeres tuvieron que pasar un tiempo detenidas en la cárcel.

Las mentes brillantes se despiden

Bright Minds, la serie protagonizada por Lola Dewaere y Sara Mortensen llega al final de su segunda temporada.

La serie policiaca conquistó a todos con sus episodios llenos de enigmas y casos peculiares; sin embargo, el atractivo principal de esta producción fue la visibilización e inclusión de un personaje con autismo (Astrid Nielsen) quien gracias a la comprensión de su compañera y sus consejos logró superar adversidades, participando activamente en investigaciones que desafiaban sus límites en cuanto a las relaciones interpersonales. 

El legado Coste

La comandante Raphaëlle Coste es una mujer decidida e impulsiva, se muestra un poco ruda y está dispuesta a enfrentar a todo aquel que quiera menospreciarla por su feminidad, pero además, la policía es una madre abocada y una amiga excepcional.

Raphaëlle es hija del fiscal Phillipe Coste, un hombre que quiso que su hija se dedicara a la política, en vez de ser policía. Se percibe que la relación entre ellos es escasa, ya que ella suele llevarle la contraria en todas sus decisiones. 

Astrid y la ciencia del amor

En el sexto episodio de Bright Minds, Astrid Nielsen se encuentra con una asistente creada por inteligencia artificial, le llama la atención que esta podía responder a todas sus preguntas de una manera concisa y precisa.

Raphaëlle le explicó a Astrid que las creaciones por inteligencia artificial están generadas para responder de manera automática y sin empatía; esto hace que Nielsen se cuestione, ya que ella suele tener conocimientos amplios y responde de manera concisa; Coste le persuade de ese pensamiento, puesto que ella sí puede sentir emociones.

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